Así, cuando menos lo pienso, mando todo a la mierd*.


¿Alguna vez han escuchado cuando hablan a cerca de las personas equilibradas, que siempre saben que decir, que se contiene en sus impulsos, y más en sus momentos de desesperación y tristeza, esas que el sólo escuchar su descripción uno pensaría que son perfectas?







Pues déjenme decirles que no soy para nada una persona de esas.

El otro día navegaba por una de esas páginas, que se pueden llamar red social, pero en realidad es más una red sexual, y de encuentros rápidos; no una simple página de chat, sino una de éstas en la que uno se crea un perfil y te piden dar una descripción de quién eres tu, que al final nadie termina leyendo, y te salen con las mismas preguntas que uno está cansado de responder ya. ¡Sí!, esas de "¿Qué buscas? ¿Activo o pasivo? ¿Tienes sitio? ¿Y cómo eres?". En las que uno sabe que es más fácil creer que la tal desigualdad en Colombia no existe, que en lo que dicen la mayoría de esas personas. Me ha puesto a pensar en cuantas veces he cambiado mi descripción, desde la personalidad no pongo foto, hasta el NO ME JODAN con su ego; y cuantas de éstas descripciones son realmente yo.

Y no ayuda el que una persona (sin foto, sin descripción) te envíe un mensaje contándote quién es, qué hace, cuantos títulos tiene, y que quiere saber de ti. Alguien que en su forma de escribir transmite seguridad, a pesar de no tener una imagen clara de quién es. Se entra en la situación de ¿y yo qué respondo?. En mi caso, me tomó un par de días responder. 

¿Todo el tiempo somos conscientes de quienes somos? ¿Realmente sabemos qué queremos?. Primero pregunté a alguien qué pensaba de mi, y su respuesta me sorprendió aún más. Ve en mi cualidades que yo no detecto, que otras personas piensan que no tengo, un caso puntual es la tolerancia a ciertas situaciones estresantes, a lo que ésta persona dice que soy bastante tolerante, pero hago contraste con lo que responde mi compañero de apartamento y su respuesta es completamente opuesta. Viendo que preguntando a los demás terminaría enredándome aún más hice la tarea difícil: Sentarme y mirar quién realmente soy.

Lo que uno es no es tan sencillo como parecía. Somos seres complejos, llenos de temores, y seguros de pequeñeces, y lo peor es que no hacemos conexión en todo lo que somos. Primero busqué mis pasiones, y encontré una luz, algo me empezaba a definir; luego mis raíces, otra luz se encendió, que me dijo de dónde vengo; seguido miré quién me rodeaba, y fue otro pequeño tropiezo. En una sociedad que critico por ser todo tan volátil, sin darme cuenta que hago parte del engranaje. La gente que me rodeaba hace 5 años, ya ni me habla; con algunas excepciones. Y las personas que voy conociendo son tan pasajeras que a veces ni se sienten cuando se marchan. De muchas de esas personas cogí cosas, y ahora son muy mías, y con estos elementos, más la educación de mis padres formé mi personalidad. Ya era algo importante en la tarea de decir quién soy. 

Más tarde pensé en mi sueños de la infancia, mis sueños en la adolescencia, y mi sueños hoy en día, qué tanto han cambiado, como se unen, y qué tan cerca estoy. Recuerdo que en mi infancia decía que algún día estaría en la universidad, y que llegaría a casa a contarle todo mi día a un diario o a mi madre, y es algo ya cumplido, una pequeña satisfacción he sentido. Ya tenía definido que quiero. Ahora la tarea era unir todo lo que ya había consultado en mí mismo, y que de alguna manera ignoraba la mayoría del tiempo. Labor cumplida, y después de mucho, de dejarlo a un lado, de no prestarle atención, tenía claro quien soy.

Aunque lo que definí no lo envíe en mi mensaje de respuesta, al menos no en su totalidad, le respondí con total seguridad, y con ganas de continuar la conversación.

¿Y qué fue lo que definí? 

Pues que soy una persona que tiene grandes complejos, que a pesar que se muestra segura muchas veces los temores le puede; una persona que teme lastimar a los demás, y que se ofende con facilidad cuando le tratan mal. Alguien sensible, apasionado por la música, la medicina y al arte en muchas de sus formas, alguien bastante soñador. Una persona que socializa fácilmente si no siente barreras en los demás, pero que al mostrarle algo que no le gusta lo detiene. Soy alguien que está feliz, emocionado, pero con sentir el más mínimo miedo a ser lastimado huye. Un persona impulsiva con quien le gusta, que expresa lo que siente, pero luego le da temor la reacción del otro. Alguien de decisiones drásticas, que a veces necesita ser empujado porque la pereza no lo deja, y en otras ser calmado por tanta energía. No se extrañen si desaparezco por un tiempo. Si me aburre lo dejo, si me intriga me obsesiona. Soy un conjunto de cosas que no guardo con llave, porque cómo las hago parte de mi vida, así, cuando menos lo pienso, mando todo a la mierd*.