Estilo Libre.




Ley de la vida: no hay felicidad completa, en algún momento todo lo que parece ser tan feliz y tan bello cae. Simplemente nada es eterno, nada; solo queda un conformismo con lo vivido, prevalecen los buenos momentos sobre los no tan buenos, por no llamarlos malos, que es lo que son. Lo que era bueno se convierte en momentos infernales, porque nadie puede sacarte de la cabeza eso que paso, y que simplemente quedó en el pasado; pasado difícil de enterrar por completo, pasado que parece vivirse cada día, cada momento, por pequeñeces que recuerdan aquello que fue tan feliz.

Entrega, no es nada imposible, lo imposible es encontrar alguien que la viva y la dé desinteresadamente; sinceridad dura pero necesaria, preferible ser malo y cruel en un momento que no convertirse en la pesadilla constante de alguien, solo porque desde el inicio no se fue capaz de decir no quiero, no puedo.

Odio, no hay razón para sentirlo; no se debe confundir con impotencia y desesperación, el enojo es pasajero, no se debe convertir todo aquello en odio, porque siempre terminaran clavándose el puñal sin ninguna ayuda. ¿Karma?… Umm ¿existe o no?, no sé, pero lo que si sé es que si alguna vez hiciste daño es porque te lo hicieron, y no fuiste capaz de acabar con esa carrera, no se tuvo la suficiente inteligencia para encontrar un problema y darle solución.

¿Desesperación? Todo el tiempo, puesto que siempre que digo que he logrado decir adiós y poder pasar la página llega el fantasma del pasado, fantasma que no es fantasma, ya que nunca murió por completo, solo es un pasado agonizante que nos tienta a cometer el error de denigrarnos por algo que ya se demostró que no vale la pena. Intentos muchos, demasiados, lo difícil es que es imposible encontrar un Tú en esas oportunidades.

Muerte, bella solución del sufrimiento, criticada como cobardía, pero innegable salida. Vivir, lucha diaria por olvidar, perdonar, seguir, construir; y de qué sirve, en el algún momento moriremos, de hecho morimos en vida, cada parte del pasado es una muerta de nuestra vida. Decimos que somos racionales, pero donde esta ese raciocinio cuando nuestros sentimientos nos abruman, nos llevan al cielo, y cuando menos lo pensamos somos lanzados a un abismo sin fin aparente; ¿Dónde quedó la razón, la capacidad de pensar y prever las cosas, dónde? Quedó en el mismo lugar donde quedan nuestros corazones al finalizar la etapa.

No hay respeto por los sentimientos y mucho menos por las personas, solo vivimos nuestras vidas y buscamos nuestro bien, acuestas de otros que nada tienen que ver nuestros problemas y confusiones mentales, personas inocentes que aun conservan en sus corazones la esperanza de tener a alguien con quien compartir.


Comentarios

  1. Me encanta... y tienes toda la razón, para darse cuenta de todo eso hay vivirlo; la infelicidad, la resignación, el odio, la desesperación....

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